«Sucede que la propia gente marca una agenda en terminos de informacion digital»
EL FENÓMENO TECNOCRITICO DE LA SOCIEDAD
Celulares,netbooks, internet, twitter, facebook. La tecnología cambió nuestras vidas y las relaciones sociales. Vivimos conectados para saber el porque aquel dice tales o cuales cosas. La pregunta del millón sería entonces ¿cuál es la frontera entre lo público y lo privado?. ¿ Cómo se controlan los contenidos en internet? y si hay límites en el deseo de estar conectados, mostrarse y pertenecer ¿es una necesidad simbólica para la mayoría de nuestros hijos?.
Es importante replicar la inminente ruptura que existe entre el sueño divino de navegar bajo la ingenua utopía de la información frente a las miserias de los que tienen despiertas sus malas intenciones. Para Maximiliano Bron profesor de la cátedra comunicación multimedia los usuarios de twitter ven a la red social como una forma de interactuar con las marcas, según un estudio efectuado entre sus alumnos de la Universidad de la Rioja. De hecho la asocian con una herramienta de ida y vuelta, mucho más concreta que los correos electrónicos o Facebook. Para otros especialistas en la materia de periodismo multimedia y producción audiovisual consideran que los consumidores no se caracterizan por su fidelidad ni por el enamoramiento a largo plazo. Al menos no en las redes sociales. Horacio Bilbao editor de clarin.com considera que en facebook un 55 por ciento de los usuarios dejaron de seguir a una marca, y en Twitter un 41 por ciento lo hicieron durante los últimos doce meses. El decálogo del abandono se justifica en contenidos repetitivos. demasiado post de marketing y poca información. demasiada frecuencia de twitteo, o que el anzuelo había sido un premio por única vez.
Es importante tener en cuenta que frente a este enorme campo de investigación sobre todo en el manejo de la información en redes sociales hay una fuerte oligarquía justificada. Se hace referencia no solo a la presencia de capitales simbólicos de grandes empresarios analógicos sino también de una asistencia anti-monopolista en manos de piratas, malandrines y hasta bellacos que abusan de estas grandes porciones de tierras comunales en la era digital.
Las innovaciones tecnológicas suelen ir más rápido que los códigos penales. Nuevas formas de delincuencia suelen tomar la delantera antes de que las autoridades de policía y judiciales se adapten a las nuevas condiciones. Este fenómeno suele presentarse a nivel mundial. Por ello, siempre habrá un espacio en el que delincuentes, dotados de conocimientos y prácticas alrededor de las últimas innovaciones tecnológicas, se lucren ilícitamente. Ello es particularmente cierto en el ámbito de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones (TIC).
En la vida diaria, los usuarios y consumidores, en general, deben enfrentar diversos tipos de hechos que, finalmente, pueden afectar su patrimonio: robo y clonación de tarjetas crédito y débito, incursiones de hackers que consiguen información de PINs, cuentas bancarias y ofertas engañosas de productos por internet, son las más comunes entre muchas posibilidades. Para las empresas, el “hackeo”, es decir la incursión indebida e ilegal a información confidencial, es un peligro permanente. En terrenos de la producción de conocimiento, la copia y el plagio de ideas de terceros está a la orden del día.
Finalmente el flujo de información que corre por diversos afluentes ciberneticos bien sea redes sociales, blogs, paginas web entre otras opciones están dispuestas a todo tipo de resultados. Pues como dicen algunos quijotes virtuales «a buen servicio mal galandrón»
Por José Fernández
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