El pasado mes de octubre en la capital salteña se dio a cocnocer un caso de corrupción de menores. El hombre conocido como “nene cantero” contactaba a las victimas (menores de entre 12 y 17 años) a través de la red social Facebook. Las citaba en la plaza 9 de julio donde entablaba relación con las mismas ofreciéndole ropa, celulares y acceso a diferentes locales bailables del corredor Balcarce. Una vez en confianza las drogaba para luego someterlas sexualmente. Dicha situación finalizo al culminarse una ardua tarea de inteligencia realizada por efectivos de la policía.
Otro caso, pero a nivel internacional, es el de Amanda Todd. Adolescente de 15 años, residente en Canadá, quien decidió terminar con su vida, después de tres años de acoso escolar y cibernético. Este último por parte de un desconocido con quien se contactó a los 12 años y quien le pidiera en ese entonces que le mostrara los senos. Tiempo después el desconocido la contacto por Facebook y le pidió nuevamente repetir lo del primer encuentro bajo la amenaza de distribuir por la red dichas imágenes.
Situaciones como estas son un disparador para reflexionar y cuestionarse acerca de que es lo que esta sucediendo en la sociedad, con los chicos y la tecnología, si las redes sociales son buenas o no, a que peligro están expuestos, es bueno o malo tanto desarrollo tecnológico, qué deben hacer los padres, ¿controlarlos?.
Hay que tener en cuenta que vivimos en un mundo donde la tecnología no se detiene y que día a día nos sorprende con nuevas cosas, y son los jóvenes y adolescentes principalmente quienes se adaptan a ella con gran facilidad, dejando de lado a los adultos quienes se resisten al manejo de las nuevas tecnologías.
La plataforma de moda y a la cual acceden millones de personas, es Facebook. Plataforma donde se puede interactuar de diversas maneras: publicando comentarios, posteando fotos y videos y hasta manteniendo conversaciones con personas de diferentes puntos del país y del mundo.Para acceder a la misma hay que crearse una cuenta, con un nombre de usuario y contraseña, lo cual hace que sea “privado”. Como consecuencia muchos padres desconocen de qué se tratan las redes sociales y desconocen qué es lo que realizan sus hijos con ellas, que fotos o videos suben y sobre todo con quienes se comunican. Creando asi inseguridades en los padres por no saber como manejar dicha situación y no saber si sus hijos están siendo victimas del ciberacoso o también llamado ciberbullying.
Ante estos hechos, diferentes organismos como el INADI , sugieren a quienes sean victimas de ciberacoso lo siguiente: en caso que las victimas sean niños, dar a conocer dicha situación a los familiares y amigos cercanos; en caso que sean los padres quienes sospechen que sus hijos son victimas, que rastreen por la red los nombres de sus hijos y a las escuelas les sugiere que el tema sea tratado, que se de a conocer sobre las diferentes formas de informar un abuso en las redes, realizar campañas de sensibilización dirigidas a los alumnos y a sus familia.( http://mediacionyviolencia.com.ar/cyberbullying-o-ciberacoso/).
Lo cierto es que en este mundo de permanente revolución tecnológica, no solo debemos adaptarnos a los cambios que propone sino que debemos aprender a interactuar con ellas, tomando todos los recaudos necesarios para evitar el ciberacoso y cualquier otro delito informático, como así también tener en cuenta que un pilar fundamental para evitar estos hechos debe ser el permanente diálogo entre padres e hijos creando un clima de confianza que permita determinar con rapidez si los hijos están siendo acosados.
Por Maria Lourdes Arnedo.
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